Escrito por Consorci de la Ribera
La jubilación es un nuevo y emocionante capítulo en la vida. Es posible que no se sienta tan ágil mentalmente o tan en forma físicamente como cuando trabajaba activamente. Por suerte, hay muchas maneras de aumentar tus niveles de energía después de jubilarte.
Le esperan muchas oportunidades nuevas. En este artículo encontrarás algunos consejos que pueden ayudarte a llevar una vida alegre y dinámica tras la jubilación. Además, descubrirás una buena sugerencia sobre cómo hacerlo.
En primer lugar, empieza de cero. Después, piense en todas las actividades que quería hacer mientras trabajaba y nunca pudo. Después, ten en cuenta tu estado de salud actual, tu situación económica y tus relaciones familiares. Por último, con todo esto, haz una lista con todas las prioridades de mayor a menor importancia.
Te recomendamos que incluyas actividades que fomenten tu bienestar físico y mental, como hacer ejercicio con regularidad, apuntarte a un club, viajar por el mundo, hacer voluntariado, aprender un instrumento musical o un nuevo idioma.
En este artículo vamos a centrarnos en el ejercicio y las relaciones. Por un lado, hacer ejercicio, además de mantenerte en forma, te permite vivir de forma independiente a medida que envejeces. Conviene realizar actividades sencillas, como caminar, nadar, bailar, hacer senderismo, yoga, pilates, tai chi y montar en bicicleta. La Organización Mundial de la Salud recomienda dar 10.000 pasos al día. Puedes hacerte con un podómetro y contar tus pasos.
Por otro lado, las relaciones pueden ayudarte a mantener una buena salud mental. La forma más fácil de participar en actividades sociales es unirse a un club o grupo con intereses similares. Si se une a un club de senderismo, por ejemplo, no sólo estará en forma, sino que también será social. La jubilación también es una buena oportunidad para reforzar los lazos familiares.
Algemesí Camina
El Departamento de Salud de la Ribera junto con el Ayuntamiento de Algemesí (Valencia-España) impulsan desde hace cinco años el programa Algemesí Camina. En este proyecto, personas de sesenta a ochenta y cinco años, se reúnen y caminan dos veces por semana acompañados por un equipo de fisioterapeutas. Los profesionales hacen ejercicios de calentamiento y estiramiento antes y después de la caminata. Hay cuatro grupos, por las mañanas y por las tardes, y a cada grupo se unen unas treinta personas mayores, lo que suma un total de unos 120 participantes. La diferencia de edad y las condiciones de salud no son obstáculos para unirse al grupo porque hay distintos niveles de intensidad para cada uno de los grupos. Así, los participantes empiezan y terminan todos juntos, pero entre medias siguen dos rutas diferentes para adaptarse a la diversidad de edades y ritmos. Una vez al mes van caminando a un área recreativa donde hacen un picnic. Además, promueven actividades relacionadas con las tradiciones y fiestas locales. Cuando se les pregunta, todos hablan de compañerismo, de lo bien que lo pasan entre ellos y de lo beneficiosa que es la actividad. Ni que decir tiene que todos desean la continuidad de este proyecto. Esther T., fisioterapeuta, refuerza el papel de los efectos psicológicos y físicos en los participantes, así como la labor de los profesionales, que ajustan las actividades físicas a las necesidades de los participantes y controlan su rendimiento.