Aprende qué son y cómo puedes promover una en tu contexto
En este artículo aprenderás más sobre el concepto de comunidades amigables con los mayores, es decir, ciudades o vecinos inclusivos y accesibles para personas de todas las edades.
Autor: Anziani e non solo
Las comunidades adaptadas a las personas mayores son lugares en los que personas de todas las edades pueden llevar una vida sana y activa. En tales contextos, las personas mayores pueden seguir permaneciendo en sus hogares, participar en las actividades que valoran y contribuir a sus comunidades durante el mayor tiempo posible.
La creación de comunidades adaptadas a las personas mayores no es un objetivo que pueda alcanzar una sola organización. Requiere la contribución de los propios residentes mayores, grupos locales, ayuntamientos y empresas que trabajen juntos para mejorar su comunidad.
Según la OMS (Age-friendly Cities framework) hay ocho ámbitos interconectados que deben abordarse para garantizar que se fomenta el bienestar de las personas mayores y que pueden participar activamente en sus comunidades. Son los siguientes
1. Comunidad y asistencia sanitaria
2. Transporte
3. Vivienda
4. Participación social
5. Espacios exteriores y edificios
6. Respeto e inclusión social
7. Participación ciudadana y empleo
8. Comunicación e información
Estos ámbitos se solapan e interactúan entre sí. Por ejemplo, la falta de transporte público asequible aísla a las personas mayores que ya no conducen en sus hogares y dificulta su participación en la vida comunitaria, aumentando el riesgo de aislamiento y soledad.
El modelo de la OMS también subraya que las comunidades deben trabajar para abordar la discriminación hacia las personas por motivos de edad, también conocida como edadismo, para fomentar la independencia entre los adultos mayores y para desarrollar políticas que apoyen un envejecimiento saludable.
Construir una comunidad adaptada a las personas mayores no significa adherirse a un único modelo: de hecho, hay distintas formas de abordar las necesidades de los ciudadanos mayores de forma integral.
El primer paso que hay que dar es crear un grupo de partes interesadas, por ejemplo en forma de comité, que reúna a organizaciones y personas comprometidas con hacer que la comunidad sea más respetuosa con las personas mayores. En este contexto, sería importante implicar a los gobiernos locales y a los responsables políticos para que apoyen su iniciativa.
A continuación, es necesario hacer una evaluación de la comunidad en términos de la estructura y los servicios existentes, así como de las barreras que hay que superar y las lagunas que hay que cubrir.
Por último, es el momento de trazar un plan de acción para establecer y priorizar acciones que hagan que una comunidad sea más accesible e inclusiva y, posiblemente, implicar a más entidades y organizaciones para alcanzar los objetivos concretos que te hayas marcado.
La OMS también ha creado una base de datos en la que es posible consultar numerosas prácticas adaptadas a las personas mayores e inspirarse.
Según una guía publicada por el Gobierno de Alberta (Canadá), una comunidad Age-Friendly aporta muchos beneficios, como residentes más sanos; conexiones comunitarias más fuertes, un uso más óptimo de los recursos públicos, mayores oportunidades para las empresas y una mejor ciudadanía.
Crédito de la foto: Photo by Erika Giraud on Unsplash